El gran juego iraquí

El blog Iraq Solidaridad traduce un artículo de Dahr Jamail inicialmente publicado en el portal de Al Jazeera con el título "Las empresas petroleras occidentales se quedan en Irak". La traducción de inglés es de Consuelo Delgado.

"Si bien el ejército estadounidense ha puesto fin formalmente a la ocupación de Iraq, algunas de las compañías petroleras más grandes de Occidente, como ExxonMobil, BP y Shell, se quedan [...]. Según la Dirección de Información Energética de Estados Unidos (EIA), las reservas de petróleo de Iraq, calculadas en 112.000 millones de barriles, son las segundas del mundo, sólo por detrás de Arabia Saudí. La EIA calcula también que hasta un 90 por ciento del territorio iraquí permanece sin explorar, por haber sufrido durante décadas sanciones económicas y guerras lideradas por Estados Unidos [...].

Antes de la invasión de 2003 y la ocupación de Iraq, todas las compañías petroleras de Estados Unidos y de otros países occidentales estaban completamente excluidas del mercado de petróleo iraquí; pero gracias a la invasión y la ocupación, las compañías han vuelto de nuevo a Iraq y, por primera vez desde que fueron obligadas a salir del país en 1973, están produciendo petróleo allí”, afirma Antonia Juhasz, analista de la industria petrolera, en una entrevista a Al Jazeera.

Juhasz, autora de los libros The Tyranny of Oil [La tiranía del petróleo] y The Bush Agenda [El plan de Bush], dijo que aunque las compañías petroleras de Estados Unidos y de otros países occidentales no habían obtenido aún todo lo que esperaban recibir de la invasión de Iraq liderada por Estados Unidos, “Lo cierto es que las cosas les han salido muy bien, al conseguir contratos de producción para algunos de los campos petrolíferos más grandes del mundo en condiciones que resultan ser de las más lucrativas del mundo” [...].

Un comunicado de prensa de la Casa Blanca fechado el 30 de noviembre y titulado “Declaración conjunta de Estados Unidos y de la República de Iraq a través del Alto Comité de Coordinación” decía lo siguiente sobre “cooperación en materia de energía” entre los dos países: “Estados Unidos se compromete a ayudar a la República de Iraq a desarrollar el sector energético. Juntos, estamos explorando diferentes vías, entre las que se incluye una mejor protección de las infraestructuras esenciales, para contribuir al aumento de la producción petrolera de Iraq”.

Iraq es uno de los mayores exportadores de petróleo a Estados Unidos y tiene planes para aumentar el total de sus exportaciones de crudo a 3,3 millones de barriles diarios el próximo año, teniendo en cuenta que el objetivo de este año es de 3 millones de barriles, según afirma Assim Jihad, portavoz del ministerio de Petróleo iraquí.

Jihad dijo a al Jazeera que Iraq se ha puesto como objetivo elevar su capacidad de producción petrolera a 12 millones de barriles diarios para 2017, lo que llevaría a este país a ser el mayor productor del mundo. Según Jihad, el objetivo de producción para 2013 es de 4,5 millones de barriles diarios y de 5 millones para 2014. Las previsiones para 2017 son realmente ambiciosas, pero dado que Iraq no ha cumplido su objetivo para 2011, muchos cargos de la Administración aseguran que la cifra de 8 millones para 2017 es más realista.

Las regiones de Iraq no exploradas hasta ahora podrían proporcionar 100.000 millones de barriles adicionales, y los costes de producción en Iraq son de los más bajos del mundo. Hasta la fecha, sólo se han perforado unos 2.000 pozos en Iraq, lo cual no es nada comparado con el millón aproximado de pozos solamente en Texas.

A nivel mundial, el consumo actual de petróleo es aproximadamente de 88 millones de barriles diarios. Para 2030, la demanda mundial de petróleo crecerá unos 27 millones más y muchos expertos ven a Iraq como un actor clave para satisfacer esta demanda. La opinión de que Iraq necesitará al menos 200.000 millones de dólares en inversiones de material, y personal para elevar su capacidad de producción a 12 millones de barriles diarios desde sus niveles actuales de producción, es ampliamente compartida.

Juhasz explica que ExxonMobil, BP y Shell figuraban entre las compañías petroleras que “desempeñaron un papel más agresivo a la hora de presionar a sus gobiernos para asegurar que la invasión produciría una apertura de Iraq a las compañías petroleras extranjeras”. “Y lo lograron”, añade. “Todas están de nuevo en Iraq. BP y CNPC [China National Petroleum Corporation] ultimaron el primero de los nuevos contratos que firmó Bagdad y fue para el campo petrolífero más grande del país: el supergigantesco campo de Rumaila, de 17.000 millones de barriles. ExxonMobil junto a su joven socio Royal Dutch Shell ganaron una guerra de licitaciones contra la empresa rusa Lukoil (y su joven socio ConocoPhillips) al adjudicarse el proyecto Fase 1 de la zona occidental de Qurna, valorado en 8.700 millones de barriles. A la italiana Eni SpA, junto con California’s Occidental Petroleum y Korea Gas Corp., se les otorgó el campo petrolífero iraquí de Zubair, con unas reservas valoradas en 4.400 millones de barriles. Shell fue el socio más aventajado, junto con Malaysia’s Petroliam Nadional Bhd. o Petronas, al ganar un contrato para el supergigantesco campo de Majnún, uno de los más grandes del mundo, con unas reservas valoradas en hasta 25.000 millones de barriles.”.
          
Situación de los campos de petróleo con las mayores reservas en Iraq, Cada uno de ellos tiene reservas, como mínimo, de cinco mil millones de barriles.
                          Situación de los campos de petróleo con las mayores reservas en Iraq

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