Paso de gigante de Hamas

La organización palestina Hamás ha anunciado que interrumpe de manera indefinida los ataques contra objetivos israelíes y que, a partir de este momento, únicamente empleará la movilización popular para defender sus posiciones. Esta decisión es analizada en el diario Haaretz por el perioista Gideon Levy en un artículo títulado: "Israel war drums ignore Hamas move for change".

Los tambores de guerra israelíes en torno a una posible operación contra Gaza, justo ccando se cumple el tercer aniversario de la funesta Operación Plomo Fundido que provocó más de 1.400 víctimas, son la única respuesta que se le ocurre a un Israel cada vez más descolocado por las revueltas árabes que, falto de iniciativas y de un proyecto nacional coherente, sigue apostando por la colonización como una tabla de salvación, confiando que sirva como elemento de cohesión de la heterogénea y polarizada sociedad israelí, cuya división cada vez es más patente.

Ya estamos acostumbrados que, a cada señal de moderación de los palestinos, Israel responda con violencia. Además el Gobierno de Netanyahu pasa por alto que la escena regional ha cambiado. En Egipto los Hermanos Musulmanes serán la fuerza dominante del nuevo Parlamento y ya han advertido que podrían someter el Acuerdo de Camp David a un referéndum debido a los incumplimientos israelíes. Un Plomo Fundido II sería también un balón de oxígeno para Bashar al-Asad y su salvaje represión de la intifada popular porque desviaría la atención de Siria.
Hace dos años y medio escribí en la revista Scripta Nova el artículo "La Hoja de Ruta de Hamas: del irredentismo a la realpolitik". En él defendía que la estrategia posibilista de Hamas no tenía vuelta atrás y recordaba mucho al viraje experimentado por Fatah en la década de los ochenta, cuando tras cosechar diversas derrotas en el campo de batalla (Septiembre Negro en 1970 y Paz en Galilea en 1982) decidió apostar por la vía política para resolver el conflicto y aparcar la resistencia armada. Las declaraciones de Jaled Mashal parecen confirmar esta apuesta.

PD. Mientras tanto, el primer ministro islamista Ismail Haniye ha finalizado su gira por Oriente Medio en Estambul reuniéndose con el primer ministro turco Erdogan tras visitar Egipto, Sudán, Qatar, Bahrein y Túnez. Es su primer viaje oficial en cuatro años y ha sido posible por la apertura del paso de Rafah con Egipto.

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