¿Resolución de condena de la colonización?

La revuelta árabe se extieende como la pólvora. Ahora le llega el turno a Yemen, Libia y Bahrein, donde la policía y el ejército están reprimiendo con especial saña las concentraciones pacíficas que demandan mayores libertades y la caída de los autócratas árabes. En otros lugares se mantiene una calma relativa, pero el malestar ciudadano se empieza a hacer patente.

En el caso palestino, cientos de personas han salido a las calles de Ramallah para protestar contra la división de los Territorios Ocupados y el pulso fraticida que mantienen Fatah y Hamas desde hace cuatro años. A la población no le basta con la disolución del gobierno de Fayad y con la formación de uno nuevo integrada por personalidades independientes y tecnócratas. Lo que quieren, de una vez por todas, es la reconciliación entre las dos principales formaciones palestinas y, si sellan sus diferencias, la creación de un gobierno de unidad que afronte el periodo más complicado en la historia reciente del movimiento de liberación nacional palestina. La viabilidad del Estado palestino es cada vez menor y podríamos encontrarnos ante la última oportunidad para establecer un Estado independiente viable y soberano.

Pero la prioridad no parece ser esa para la Autoridad Palestina. El diario palestino Al-Ayyam recoge la convocatoria urgente, por parte del presidente Mahmud Abbas, del Comité Central de Fatah y del Comité Ejecutivo de la OLP para discutir los últimos acontecimientos sobre el terreno, pero sobre todo fijar la estrategia a seguir ante la discusión por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de un proyecto de resolución de condena sobre los asentamientos israelíes a partir de ahora. El presidente Obama habría mantenido una conversación telefónica de 50 minutos en la que habría presionado a su homólogo palestino para que retirase la iniciativa, amenazándole con vetar cualquier resolución de condena a Israel como finalmente hizo.
 
Mientras tanto, el centro de investigación Foundation for Middle East Peace publica, en su último informe de enero-febrero de 2011, que tras el final de la moratoria colonizadora del Gobierno Netanyahu el pasado septiembre, se registró "un incremento masivo de la construcción ilegal de asentamientos", planificado en detalle por el Consejo de Colono de Judea y Samaria. Según Peace Now, al menos hay 1.712 hogares bajo construcción y se han aprobado ya otras 13.000. Dror Etkes, un activista de izquierdas, señaló: "No hemos visto tal actividad en la construción ilegal de esta magnitud desde 2002". Según revelan los cables de Wikileaks, el ministro de Defensa israelí Ehud Barak habría señalado en verano de 2009 que Israel habría alcanzado un acuerdo secreto con la Administración de Obama para ampliar los asentamientos para hacer frente a su crecimiento natural.

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