Pappe sobre Gaza

Coincidiendo con mi análisis de hace unos días, el historiador israelí Ilan Pappé publicaba ayer en el diario El País un esclarecedor artículo sobre las lógicas que mueven al establishment israelí. El artículo, titulado "Israel toca de nuevo los tambore de guerra". A continuación incluyo algunos extractos:

"En Israel se escuchan de nuevo los tambores de guerra. Y la única razón de que los toquen es que, de nuevo, la imbatibilidad de Israel ha vuelto a ponerse en duda. Y eso, a pesar de la triunfante retórica de los medios afines al Gobierno que dos años después siguen conmemorando exaltados las victorias de la Operación Plomo Fundido sobre Gaza por más que la susodicha campaña tuviera de éxito más bien poco o, al menos, tanto como el que obtuvo la segunda guerra del Líbano en 2006, cuando el Ejército israelí salió de allí más bien escaldado.

Y es que podría decirse que, aquí, en Israel, políticos, militares y público en general solo conocen una forma de enfrentarse a la debacle militar. Y esa forma-no-forma es emprender una nueva guerra, a ser posible más cruel, más sangrienta y con más medios que la anterior para, además, ganarla.


Poder y fuerza. Solo de eso se trata si vamos a dar crédito a los principales comentaristas de la prensa nacional israelí (que, por otra parte, se limitan a repetir como cotorras las consignas dadas por los militares). Ambas "cualidades", poder y fuerza, resultan imprescindibles para "disuadir", "dar una lección" y "debilitar al enemigo". Pero ni políticos ni militares tienen la más mínima idea de qué hacer con Gaza y, si a eso vamos, tampoco la tienen sobre nada en absoluto. ¡Ni siquiera desean anexionar Gaza! Lo único que pretenden, por decirlo de alguna manera, es machacarla más todavía y, a ser posible, en menos tiempo.
Pero ¿qué podrían conseguir con esta salvajada que no hubieran conseguido la vez anterior? No sabría decirles. Creo además que tampoco es "esta" la pregunta correcta. La pregunta correcta es ¿qué otra cosa -a parte de esta- sabrían o podrían hacer las actuales elites israelíes (Gobierno y principales partidos de la oposición incluidos)?

Cierto es que en la Cisjordania ocupada lo han tenido bastante claro o, por lo menos, eso es lo que parece si uno se fija en el arduo trabajo de colonización, limpieza étnica y metódica parcelación y segregación de los territorios ocupados, que ha acabado prácticamente con ellos a la par que, públicamente, los supuestos representantes del pueblo de Israel prosiguen con su fútil discurso acerca del famoso "proceso de paz" cuya única, reconocida intención, sería conseguir una Autonomía Palestina lo suficientemente dócil como para vivir agachada dentro de un territorio cisjordano para siempre ocupado y altamente colonizado.

Pero por lo que se refiere a la Franja de Gaza, lo cierto es que siguen sin saber qué hacer y esto incluso mucho antes de que Ariel Sharon decidiera deshacerse de ella. La inamovible decisión de los gazawis de mantenerse unidos a sus hermanos de la Palestina ocupada y la opinión generalizada de los ciudadanos del mundo entero es, sin embargo, mucho más difícil de derrotar a pesar del enorme precio en vidas humanas que se cobró la Operación Plomo Fundido de diciembre del 2009.

El próximo asalto está a punto de comenzar; y todo lo que podemos decir es que, desgraciadamente, reúne los elementos más deprimentes de aquel otro que se celebró, hace dos años, justo antes de que diera comienzo la masacre de Gaza. A saber: un precalentamiento de bombardeos diarios y una política israelí que lo único que pretende es provocar a Hamás para encontrar así una justificación a la escalada, siempre en aumento, de violencia. Como no hace mucho tiempo decía uno de esos generales: "Que no se nos olvide el demoledor efecto del Informe Goldstone; nuestro próximo ataque tendrá que parecer mucho más justificado que el de 2009". (Pero después de todo un Gobierno como el actual podría pasar por alto, sin mucho esfuerzo, detalles como credibilidad o justificación que, en el fondo, no tienen gran importancia)".

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